La médica Caroline Martínez no se cansa de agradecerle a Dios haberla salvado este jueves, a ella y a su hermana Catherine, de la caudalosa corriente del arroyo de la calle 85, a la altura de la carrera 47.

Ella había salido de turno en una clínica de la ciudad y subía a recoger a su papá que estaba en una cita médica.

La joven tomó la calle 85 y, ya en la esquina de la 49C, llamó a su papá Rafael Martínez para decirle que se encontraba a una cuadra.

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"Cuando iba por mitad de la cuadra el arroyo creció demasiado. De la nada el carro se me apagó en la esquina. El arroyo comenzó a moverlo y eso me imposibilitaba andar para adelante o para atrás", recordó la joven médica.

Esa angustia de Caroline la vio muy cerca su papá Rafael Martínez, a quien sus hijas iban a recoger para que no se mojara en medio de la lluvia.

Todo ocurrió en menos de 30 segundos, cuando la corriente aumentó súbitamente en esa esquina.

Rafael Martínez veía a la distancia a sus hijas cuando de pronto apareció la fuerte corriente que no solo arrastró al vehículo sino a otros cuatro automóviles, entre ellos un taxi. 

"De inmediato me metí a sacarlas a ellas", dijo.

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En esa misión lo acompañaron dos jóvenes, uno de ellos vendedor ambulante, que lo ayudó a rescatar a sus hijas. 

"Dios es tan grande que llevó el carro contra un muro y logré sacar a mis hijas", relató Martínez a Zona Cero.

Tan pronto fueron rescatadas las dos jóvenes, el arroyo arrastró unos 30 metros más el vehículo y lo llevó contra otro muro, frente a un hotel.

"Le doy gracias a Dios hoy porque pudo haber sido peor. No conocíamos que ese arroyo se crecía tanto", finalizó el hombre que aprovechó los micrófonos de Zona Cero para agradecerle a los improvisados voluntarios que lo ayudaron y a quiénes no pudo agradecer personalmente en medio de la confusión del momento.